¿Cómo la hiperautomatización industrial podría trascender el estatus de palabra de moda?

Hay dos mundos de la automatización. Uno es el reino conservador, día a día, pick-and-place, donde todavía juegan innumerables negocios. 

Aquí, la idea de automatizar un proceso con un robot o recopilar algunos datos de una máquina para realizar analíticas avanzadas sigue siendo bastante radical.
El segundo es el mundo de los primeros en adoptar, donde los robots fabrican robots en un entorno de fabricación sin luces, con 

máquinas que toman decisiones por máquinas y toda la comunicación se realiza a nivel de borde, utilizando IA sofisticada.

Habrá visto este entorno de fabricación con regularidad; Will Smith condujo un Audi TT a través de él en I, Robot, por ejemplo. 

También lo habrá encontrado en Weyland-Yutani, Cyberdene Systems y Wayne Enterprises.
En este mundo, finalmente hemos llegado a comprender que la pila de tecnología empresarial y la pila de tecnología industrial están inherentemente conectadas, 

y esta realización ha impulsado enormes aumentos en la productividad y la rentabilidad durante la última década.
Sin embargo, la hiperautomatización parece abrir una nueva brecha entre los mundos de TI y OT.

Pero no tiene que ser así; no hay razón para que Business Process Management (BPM) y RPA, 

por ejemplo, debe detenerse en el borde de la capa empresarial.